Usuarios de la Oficina de la Discapacidad del municipio de Ovalle vivieron una bonita experiencia, junto a sus padres, hecho que permitirá alimentarse de mejor forma.
Un Taller de Alimentación Saludable para niños y niñas en Situación de Discapacidad del Centro de Rehabilitación Integral (CRI) que poseen Trastorno de Espectro Autista (TEA) realizó la Oficina de la Discapacidad de Ovalle. Recordemos, que ellos necesitan una alimentación especial, sin gluten y caseína, que no son completamente degradados y se van al cerebro actuando como una droga, intensificando los síntomas de estos niños poniéndolos más agresivos, por lo que esta fue una buena posibilidad para conocer más sobre este proceso especial para ellos.
La iniciativa alimenticia fue impulsada por la nutricionista Carla Toledo, y la kinesióloga Yasmina Barraza, quienes visualizaron la necesidad de realizarla en este tipo población. El objetivo del taller era “promover en las familias de los usuarios que van al CRI y de la Oficina Comunal de Discapacidad un cambio en el hábito alimentario”, Indicó Toledo.
El taller contó con 8 módulos y participó un promedio de 10 personas con sus familias, donde se logró un grupo bien participativo que según la nutricionista, “se han sabido adaptar a los nuevos sabores, tomándolo como parte de sus vidas y han podido reintegrarse a sus colegios”.
Este tipo de alimentación no solo sirve para comer sano y evitar que la patología de niños con TEA aumente, sino que además previene enfermedades como diabetes, colesterol alto, Hipertensión, Resistencia a la insulina y obesidad.
Cabe destacar, que el gluten está presente en todo lo que contenga harina blanca, y la caseína es una proteína de la leche de los mamíferos que contiene gran cantidad de fosfato, lo que perjudica sustancialmente la salud de los pequeños.
Es por eso, que este nuevo hábito alimenticio es un cambio paulatino que no solo lo adquiere el paciente, sino que la familia completa. La kinesióloga, Yasmina Barraza señala al respecto que el taller se convirtió “en un espacio súper ameno, porque se ha podido compartir con otras personas, resolvemos dudas… nos reímos y comemos rico y sano”. Lo más importante de este taller fue que “es un complemento terapéutico ya que a largo plazo se verán resultados en la conducta”, enfatizó la profesional.
Ambas profesionales encargadas aseguran que los padres ya han cambiado el hábito alimenticio de sus hijos. Karina Bolvarán es madre de Rodrigo Laguna, un adolecente de 16 años que posee TEA y que asiste al Centro de Rehabilitación hace más de 2 años e indica que “desde que Rodrigo va a las terapias está más tranquilo, más concentrado y las habilidades que tenía antes han sido potenciadas”. Con respecto al taller dice “que ha sido muy bueno ya que uno teniendo cosas en su casa, no podía preparar cosas sanas y ricas, y esto ayudó a orientarnos”. Por su parte Ana Ramos, madre del pequeño Luis Felipe sostuvo que la experiencia fue “buenísima, pero muy corta. Aprendí mucho y lo que más valoro de todo, fue la disposición y paciencia de las profesionales a cargo al momento de explicar”.
En la finalización del taller se entregaron diplomas por la participación de las madres quienes desde ahora sabrán como alimentar de manera más sana y nutritiva a sus hijos.
Según la Jefa del Departamento Social del municipio, Sra. Edna Franulic, en primavera se realizará un segundo taller con más recetas para disfrutar en familia.