La diputada del Partido Comunista dejó su cargo en la testera tras la apertura de una indagatoria por presunto tráfico de influencias. Asegura ser víctima de una operación política y mediática.
La diputada Karol Cariola presentó este domingo su renuncia a la presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados en medio de una investigación de la Fiscalía que la vincula a un posible caso de tráfico de influencias. La decisión se produce tras la filtración de conversaciones privadas con la exalcaldesa de Santiago, Irací Hassler, que han generado controversia en el mundo político.
En un comunicado, Cariola explicó que su salida responde a la necesidad de enfocarse en su familia y defender su imagen ante lo que considera una campaña de desprestigio. “No he cometido ningún delito, y esta es una operación mediática y política en mi contra”, afirmó.
Durante su gestión, destacó haber actuado con ecuanimidad y respeto a las normas democráticas. Sin embargo, su permanencia en el cargo se tornó insostenible ante la creciente presión política y la posibilidad de enfrentar una moción de censura.
La Fiscalía continúa con las diligencias para esclarecer los hechos, mientras el oficialismo y la oposición analizan las repercusiones de su salida en la conducción de la Cámara.
