Las instalaciones pertenecen a la empresa coquimbana, Crustanic, y están destinadas a aprovechar la materia primera descartada del camarón y el langostino.
Fue durante esta semana, que los socios fundadores de Crustanic, William Mauad y Sebastián Rubio, recibieron al Gerente de Redes y Territorios de Corfo, Claudio Valenzuela, quien recorrió las instalaciones para conocer este ejemplo de economía circular en torno al camarón y al langostino. Gracias a este proceso, la empresa ha pasado de aprovechar el 20% de cada ejemplar, al 100% de rendimiento toda la materia prima.
Según indicó uno de los miembros fundadores de la empresa, Sebastián Rubio, al año producían cerca de 3.200 toneladas de estos desechos, por lo que decidieron recuperar esta biomasa y aprovecharla. Además, añadió que “la cáscara para nosotros es un tema importante, ya que es el 85% de toda nuestra producción y nos generaba altos costos, por ejemplo, vertederos, percolados y contaminación. Siempre tuvimos la idea de aprovechar este elemento y fue hace tres años que partimos con el proyecto que hoy ya es realidad. Esto es el futuro y estamos muy motivados”.
Durante la visita, Claudio Valenzuela indicó que «esta empresa ha sabido adaptarse a estos tiempos, utilizando y reutilizando sus residuos biológicos para usos agrícolas. Es fundamental apoyar este tipo de proyectos para impulsar a los distintos sectores económicos a sofisticar sus productos y procesos mirando hacia la economía circular. Esta empresa pasó de aprovechar el 20% de su recurso al 100% y eso es tremendamente valorable. En Corfo siempre apoyaremos a quienes busquen producir diferente, mirando más allá de lo inmediato».
Dentro de las entidades que han apoyado a estos emprendedores, está el Programa Transforma MÁSMAR, una iniciativa público-privada que busca fortalecer a la industria pesquera y acuícola de la Región de Coquimbo, y que tiene un especial foco en la economía circular.
En este sentido, Guillermo Molina, gerente del Programa Transforma MÁSMAR, señaló que «esta visita tuvo por objetivo conocer los avances que tiene esta empresa, los productos que ha desarrollado, sus niveles de utilidades y exportaciones. Fue un recorrido muy provechoso, ya que permitió mostrar a nivel de ejecutivos, los avances reales de empresas que han sido apoyadas por el Transforma MÁSMAR y que ya tienen productos a la venta, en el mercado nacional y mundial».
La planta, que posee instalaciones de alta tecnología, tuvo un costo de dos millones de dólares, con un cofinanciamiento de 40 millones de pesos, a través del Programa de Apoyo a la Inversión Productiva para la Reactivación (IPRO) de Corfo, financiado por el Gobierno Regional de Coquimbo.