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Elsinore: cuando la literatura se fusiona con el rock and roll

La ópera prima del periodista Claudio Ríos Espinoza acaba de llegar a las librerías de La Serena con buenas opiniones del público, que ha destacado la influencia de bandas emblemáticas de los 80-90 y la manera en que se conectan con una historia que oscila constantemente entre la crudeza, el humor negro y la melancolía.

Lanzada a mediados de agosto bajo el sello RIL, Elsinore, la primera novela del periodista Claudio Ríos Espinoza, se ha perfilado como una historia especialmente recomendable para nostálgicos y amantes del rock, pero que, debido a su estilo directo y desenfadado, ha sido capaz de traspasar las fronteras literarias formadas por sus propios subgéneros y seducir a un espectro más amplio de lectores.

Un relato que inicia en Santiago de los años noventa con la amistad de los miembros de una banda ficticia, y que ha despertado el interés de distintos medios, entre estos, la radio capitalina La Clave, que a pocas semanas de su lanzamiento ya lo señalaba como uno de sus recomendados para el mes de septiembre.

“Ha sido interesante como Elsinore fue tan recibida en Santiago, lo cual es todo un desafío para un escritor de región. Creo que eso se debe a que engancha bastante bien, más allá del tema música, que está muy presente, sino también por su estética y sus personajes, que soy bien contradictorios y complejos”, contó Ríos.

Para el autor, precisamente, una de las características más destacadas por el público es su conexión con la música, tanto en su historia como en la construcción de ésta, donde bandas como The Smiths, Pulp o The Stone Roses son referidas constantemente y pasan a convertirse en parte fundamental del relato.

Al respecto, comentó que “el hecho que me decantara por estas bandas tiene que ver con varias cosas. Primero, le dan una identidad muy característica a la novela, que hace más fácil imaginar el tipo de ambiente al que se alude cuando van sucediéndose los eventos, recordemos que es un estilo que a fines de los noventa era llamado alternativo y que sirvió de influencia para muchas bandas que vinieron después. Pero además, no oculto que se trata de mis gustos personales, lo que también me ayudó a escribir de una manera más natural y fluida”.

De hecho, de acá nace la idea de que cada uno de los capítulos – que van variando de tiempo y de tipo de narrador constantemente – se titule como una canción que tenga relación con el contenido de éste, lo que se tradujo en una exquisita playlist que hace las veces de “banda sonora”, uno de los tantos guiños al lenguaje cinematógrafo que podemos encontrar en la obra.

Una historia de rock y decadencia

El hilo central de la novela cuenta el recorrido de Camilo y Jean, dos amigos que se conocen a fines de los ´90 en el conservador Liceo Gregoriano y de inmediato conectan debido a su pasión por la música. Uno desconfiado y agresivo, otro elegante y carismático. Ambos rebeldes y soñadores, lo que los llevó a formar una de las bandas más legendarias del país: Elsinore.

Con el paso de los años ambos están retirados y ahora son dueños del Piccadilly Palare, un local céntrico que se encuentra en profunda decadencia. Este es el punto en que aparece el Gordo Frank, un matón y traficante que les lanza un tramposo salvavidas a cambio de sus almas.

“Rock and roll, sexo, violencia, romance, nostalgia y una alta dosis de humor ácido, una mezcla adictiva pensada especialmente para quienes respiran música, viven la pasión por el rock o simplemente sobrevivieron a un corazón roto”, según versa su sinopsis.

¿Dónde comprar?

Elsinore ya está disponible en La Serena en Librería Jerplaz (Manuel Antonio Matta 502) y la librería de la Universidad de La Serena (Regidor Muñoz 352). A nivel nacional puede encontrarse en todas las tiendas Antártica y en los sitios web www.antartica.cl, www.buscalibre.cl y rileditores.com Además, en Santiago también es parte del selecto catálogo de @esqueleto.libros

Pie de foto: El autor presentó la novela durante la última jornada del Boulevard del Libro de La Serena, acompañado por la periodista Alejandra Miranda.