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Cultura y Entretención

Coproducción chilena “Matar a la bestia” se estrena en Festival de Toronto y luego aterriza en Guadalajara

La opera prima de Agustina San Martín tiene hoy su premiere en la sección Discovery del certamen; y a salas chilenas llegará en agosto del próximo año, bajo la distribución de Storyboard Media (“Santiago/Italia”, “El príncipe”).

Tras una larga temporada de festivales online, las salas de cine han vuelto a la vida, en parte, gracias a los prestigiosos encuentros cinematográficos del mundo. Uno de ellos es el Festival de Cine de Toronto (TIFF), el que no solo marca la cartelera de septiembre junto a Venecia, sino que representa una importante puerta de entrada a la industria norteamericana para las producciones hechas en y por Latinoamérica.

Este año, Chile dirá presente en el festival canadiense como país coproductor de la hipnótica película  Matar a la bestia (Argentina, Brasil, Chile), de la mano de dos talentosas productoras nacionales: Florencia Rodríguez y Dominga Ortúzar, socias de Oro Films.

La cinta es una de las 16 seleccionadas -la única 100% sudamericana- en la competencia Discovery, espacio competitivo que pone el foco en las y los nuevos realizadores del cine global.

UN COMING OF AGE DESAFIANTE

Bajo la dirección de la trasandina Agustina San Martín, Matar a la bestia narra de manera onírica y voraz la historia de Emilia, una adolescente que llega al albergue de una tía ubicado en la frontera entre Argentina y Brasil, en busca de su hermano perdido hace años.

Es ahí, en medio de una exuberante y brumosa selva (en la que se ha instalado el miedo en torno a una supuesta bestia que rapta mujeres), donde Emilia no solo vivirá un viaje físico, sino también uno de exploración sexual y de lucha contra los enemigos intangibles con los que lidian las mujeres en ese territorio hostil.

“Siempre imaginé la película como un pequeño destello de este momento: una mayoría de edad donde lo opuesto al miedo son la sexualidad y la sensualidad. Donde el significado de la feminidad es ser valiente, fuerte, enfrentarse a lo que se teme. Desde una perspectiva adolescente, las cosas se construyen y se desmoronan constantemente. Esta película es parte de esa transformación”, asegura San Martín.

A través de una magnífica fotografía, planos de miradas prolongadas y una explosiva sensación de liberación, San Martín envuelve al espectador en un profundo paisaje y una experimental narración que desafía a su propia trama, llevando la película por un camino sensual y sudoroso: Emilia, en vez de huir, tendrá que enfrentar a su pasado, descubrir lo que quiere y, de paso, matar a los demonios que la acechan.

TRES PAÍSES Y UN PUNTO DE VISTA EN COMÚN

Horas antes del estreno oficial, Florencia Rodriguez, una de las productoras chilenas del film, aseguró: “Cada país aportó mucho desde la mirada del ser mujer en Latinoamérica. De hecho, la mayoría del equipo en desarrollo y producción era femenino y eso sin duda quedó plasmado en la película. Ser mujer en cualquiera de los 3 países coproductores, o en latinoamérica en general, es innegablemente una lucha constante y cotidiana, tan interiorizada que casi no nos damos cuenta”. 


Y agregó: “Nos preocupaba mucho no caer en el cliché o en la norma, y tampoco construir personajes pretenciosos desde la obsesión del querer desmarcarse. Tenían que ser desafiantes, pero que mostraran múltiples maneras de habitar un territorio hostil siendo mujer. Eso diría que fue algo muy relevante para todos los productores: la representación de ese femenino múltiple que sale a buscar a ese enemigo intangible con distintas armas; que no tiene miedo pero tampoco cae en lo panfletario”.


Tras sus primeras exhibiciones ante la prensa, previas al encuentro en salas con público general, la película recibió destacadas críticas. El medio especializado The Film Stage aplaudió la cinta diciendo: “San Martín mide todo con precisión. Al hacerlo, permite que las imágenes hablen por sí mismas. Nuestros cerebros captan las comparaciones y hacen las correlaciones sin que sea necesario especificar nada. Y dejamos que la atmósfera (tanto visual como auditiva) nos inunde para experimentar la emoción que subyace a esta noción de lo desconocido en la pantalla”.

Mientras que la crítica de cine del portal XtraMagazine aseguró: “No puedo decir que no a una exploración de la sexualidad floreciente con una bestia cazadora de mujeres suelta. Me hace pensar en Ginger Snaps en la jungla, sofocante y lasciva”. 

Por su parte, la revista de cine británica The Screen Daily destacó las credenciales de San Martín y el recorrido de esta coproducción latinoamericana: “San Martín, cuya Dios Monstruo obtuvo una mención especial en la competencia de cortometrajes de Cannes 2019, debuta como directora de largometrajes con la historia de una niña de 17 años en la cúspide del despertar sexual (…) Matar a la bestia es una producción de Caudillo Cine (Argentina), Estudio Giz (Brasil) y Oro Films (Chile) y pasó por Berlinale Talents Script Station, Bafici Bal, Bolivia Lab y La Habana Unproduced Scripts”.

La 46° edición del Festival de  Cine de Toronto se realizará hasta el 18 de septiembre de forma presencial. Y tras su estreno, Matar a la bestia aterrizará en suelo mexicano para participar en la competencia oficial del Festival de Cine de Guadalajara, en la sección Largometraje Iberoamericano de Ficción, donde además compite por el premio Maguey a la mejor película LGBTI.