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Cómo hacer para que el cambio de hora no afecte el rendimiento escolar

Considerar el período de adaptación, manejar los cambios de horario y las rutinas después de clases, son algunos de los tips que entrega la experta en neurociencias y académica de la Facultad de Ciencias de la Educación de la U. San Sebastián, Daniela Muñoz.

Este fin de semana habrá cambio de hora para casi todas las regiones del país y, aunque el reloj se atrasará una hora y nos beneficiará con la llamada “noche más larga del año”, hay quienes sufren las consecuencias en la rutina considerando que el despertar será más temprano que de costumbre. ¿Cómo retomar la semana sin que existan cambios negativos? ¿Cómo ayudar a los niños para que no se vean afectados en su rendimiento escolar?

Según comenta la psicóloga y especialista en neurociencias, Daniela Muñoz Iubini, quien es académica de la carrera de Pedagogía en Educación Diferencial en la Universidad San Sebastián, es esperado que los primeros días exista mayor cansancio y dificultades para dormir y despertar en los niños, al igual que sucede con los adultos al intentar adaptarnos a la rutina una hora adelantada.

“Lo principal es considerar que existe un periodo de adaptación al ritmo escolar luego de cualquier cambio en la rutina, por esta razón, es importante empezar a reorganizar los horarios y ritmos de sueño y alimentación de manera paulatina”, menciona.

Sin duda que levantarse “una hora antes” requiere de un cambio de hábito. “Los cambios de horario siempre generan consecuencias en los ritmos biológicos, por lo que es esperado que la primera semana aparezcan síntomas como somnolencia por las mañanas, dolores de cabeza, dificultades para conciliar el sueño por las noches, entre otros; pero todos estos síntomas debieran ir desapareciendo luego de las primeras semanas de adaptación”, explica la académica de la Facultad de Ciencias de la Educación USS.

De este modo, “los hábitos son cruciales”, dice. “Es importante que los momentos de estudio y de realización de tareas sean los adecuados para que este pequeño cambio de rutina no afecte en el rendimiento escolar. En muchas ocasiones, los padres ayudan a sus hijos a hacer actividades escolares después de su trabajo e incluso después de cenar, lo que en general no es lo más recomendado. Lo ideal es que exista un tiempo de desconexión después del colegio, que realice las tareas antes de cenar y mantenga un tiempo prudente de tranquilidad entre la cena y antes de irse a dormir, esto ayuda a conciliar mejor el sueño”, detalla.