Un documental que transporta al espectador en primera fila al Salar de Surire, enclave altiplánico donde conviven la belleza natural, el absurdo humano y el ocaso cultural, ya está en exhibición en todo el norte durante el mes de agosto, gracias al programa Miradas Regionales.
Bettina Perut e Iván Osnovikoff ostentan una carrera sólida, de las más innovadoras en el ámbito de la producción documental, con siete obras que no se encasillan en ningún estilo. Su producción Surire retoma la exploración formal de la imagen centrándose en las posibilidades estéticas y técnicas que les permite el registro en una geografía hostil, la película se produce en el salar Surire, zona altiplánica ubicada casi al llegar a la frontera con Bolivia a 4.300 metros de altura. La investigación visual se transforma en una experiencia fílmica y etnográfica, inédita en nuestra cinematografía que posee un importante valor patrimonial al retratar parte de la cultura aymar.
Los jóvenes han migrado a la ciudad, por lo cual los últimos pobladores y protagonistas del documental corresponden a ancianos. Perut y Osnovikoff conocieron primero a Dardo Aguilar (51), guardabosques de CONAF que llegó a trabajar a la mina cuando ésta recién se estaba instalando, y a través de él llegaron a Clara Calizaya (92), personaje central de carácter oscilante que diariamente camina kilómetros apoyada en su bastón, arreando su ganado amenazado por pumas y por las inclemencias del clima
Las condiciones del salar -altura y clima extremo- no sólo hacen difícil la subsistencia humana, sino que también complicaron el rodaje, pero finalmente la pareja de realizadores logró retratar el escurridizo paisaje. “Mucha gente que ha visto la película nos comenta que es un verdadero viaje: que los transporta e instala en Surire junto a sus personajes, con una cercanía que los sorprende”, dicen sus directores.
“Nos alucinó descubrir que ahí donde parece no vivir nadie, existe un universo complejo, conectado con un pasado milenario que se actualiza a cada instante”, señaló Osnovikoff sobre la zona escogida para el documental.
La obra audiovisual ha cosechado importantes premios y reconocimientos desde su estreno a la fecha, entre estos destacan el premio a la Mejor película en la Competencia Cine Chileno, Sanfic, 2015. Premio «Silver Nanook», Flahertiana Documentary Festival, Rusia, 2015. Mejor película, Bozcaada International Festival of Ecological Documentary, Turquía, 2015.Mención del jurado Competencia Nacional, Festival de Cine Documental de Chiloé, 2015. Mejor dirección, Mejor dirección de fotografía, Mejor banda sonora, Festival de Cine Chileno de Quilpué, 2015. Mención especial, Círculo de Críticos de Arte, Chile, 2015. Y a Mejor película, Categoría Largometraje, Festival de Cine Patagonia Aysén , 2016.
Durante este mes de agosto, esta película se presentará en los diferentes espacios que son parte de la Red Audiovisual del Norte “Miradas Regionales” y que se encuentran en las ciudades de Iquique, Arica, Alto Hospicio, Antofagasta, Calama, Copiapó, Caldera, La Serena, Coquimbo, Vicuña, Ovalle, y Salamanca. Las fechas, horarios y lugares de exhibición se pueden encontrar en la página web del programa www.miradasregionales.cl así como las obras que rotarán cada mes.
¿Qué es miradas regionales?
Miradas Regionales es una red de 9 organizaciones culturales, que exhibe y promueve cine regional de temática patrimonial o identitaria, pensada desde regiones para regiones. Esta red se articula en 12 comunas y 14 espacios del norte de Chile (Arica, Iquique, Alto Hospicio, Calama, Antofagasta, Copiapó, Caldera, La Serena, Coquimbo, Vicuña, Ovalle y Salamanca), presentando durante 6 meses un ciclo de exhibiciones audiovisuales para estudiantes y público general, acompañadas de cine foros con los autores de estas obras, quienes itineran en estas ciudades y localidades.
Es un programa de formación de audiencias para facilitar el desarrollo de un sentido crítico y reflexivo en torno al cine nacional, considerando a éste como una herramienta útil para el conocimiento y el desarrollo personal. Busca democratizar el acceso a obras audiovisuales. Todo esto, con el fin de mejorar y ampliar la experiencia de las personas en relación con las artes cinematográficas. También busca favorecer la asociatividad y sostenibilidad de redes que impulsen el desarrollo de la circulación artística y cultural, y mejorar las capacidades de gestión de los equipos de trabajo de los agentes intermediadores.