Los abogados de Lyle y Erik Menéndez, hermanos condenados a cadena perpetua por el asesinato de sus padres en 1988, han solicitado la anulación de sus sentencias. La petición se basa en una carta antigua en la que Erik menciona presuntos abusos por parte de su padre. En octubre, el fiscal del distrito de Los Ángeles, George Gascón, recomendó una nueva sentencia para ambos, casi 30 años después del veredicto original.
Los representantes legales de los hermanos han presentado una carta escrita por Erik a su primo Andy Cano en 1988, meses antes de los asesinatos, en la que se refieren a abusos sufridos por parte de su padre. Aunque nunca han negado haber matado a sus padres, los Menéndez sostienen que actuaron en defensa propia, argumentando que padecieron años de abuso físico y sexual.
A mediados de octubre, Gascón anunció que recomendará a un juez dictar una nueva sentencia para Lyle y Erik. Esta decisión llega casi tres décadas después de que fueran condenados por el homicidio de sus padres, José y Kitty Menéndez, y sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional