Ayer martes 3 de diciembre de 2024, el presidente de Corea del Sur, Yoon Suk-yeol, ha decretado la ley marcial, una medida que no se aplicaba desde las dictaduras militares de los años 70, “esta es la primera vez que ocurre en décadas, lo que marca un evento sin precedentes en la historia reciente del país”, señala Pedro Lacobelli, Director del Instituto de Historia de la Universidad de los Andes.
La decisión ha tomado por sorpresa tanto a seguidores como a detractores y ocurre en un contexto de fuertes tensiones políticas. El gobierno de Suk-yeol enfrenta un Congreso dividido donde no cuenta con mayoría, lo que ha complicado la aprobación del presupuesto nacional. “El conflicto se centra en el estancamiento de las discusiones presupuestarias, lo que ha impedido al presidente implementar sus planes. Todo indica que esta es una de las razones principales detrás de la declaración de la ley marcial”, agrega Lacobelli.
En su discurso, el presidente justificó la medida aludiendo a amenazas provenientes de Corea del Norte y a riesgos internos relacionados con grupos pro-Corea del Norte. Según Lacobelli, “el presidente busca garantizar la unidad nacional bajo este escenario de presuntas amenazas externas e internas”.
El conflicto entre ambas Coreas tiene raíces en la Guerra Fría, cuando la península coreana, históricamente unificada, quedó dividida en dos bandos irreconciliables. La guerra entre ambos países en la década de 1950 culminó en un armisticio, no en un tratado de paz, lo que mantiene las tensiones hasta la fecha. Ni Corea del Norte ni Corea del Sur reconocen al otro como un estado soberano ya que ambos países apuntan a la reunificación de la península bajo sus propios términos.
En cuanto al futuro inmediato, el panorama es incierto, “quedan muchas preguntas por responder: ver si el partido de Yoon lo apoya. Si se va a mantener a una Asamblea Nacional cerrada con dificultad para encontrar acuerdos como se encuentra ahora, y por último, si existe o no efectivamente una amenaza inminente, interna como externa”, afirma el Director del Instituto de Historia.