Cada año los agricultores de la Región de Coquimbo deben lidiar con incrementos poblacionales de insectos y ácaros plagas, los cuales son regulados, casi en forma exclusiva, a través del uso de plaguicidas sintéticos, provocando una grave simplificación de los agroecosistemas, con el consecuente impacto ambiental, provocando que hoy en día gran parte de la superficie agrícola regional se caracterice por ecosistemas productivos homogéneos y carentes de agentes de control biológico. INIA Intihuasi instalará biofábricas de insectos benéficos para que existan alternativas sustentables.
La Serena, mayo de 2023. La Región de Coquimbo concentra el 3,4 % de la superficie nacional dedicada al sector silvoagropecuario, de esta superficie, el 20 % está ocupado con frutales, como uva de mesa, palto, clementina, olivo, nogal, limonero y naranjo, mientras que el 12 % corresponde a hortalizas, siendo las principales especies alcachofa, lechuga, poroto verde, ají, choclo y apio, entre otros.
Desde la perspectiva fitosanitaria, ambos rubros, frutícola y hortícola, año a año deben lidiar con incrementos poblacionales de insectos y ácaros plagas, los cuales son regulados por los agricultores, independientes de su estratificación económica, casi en forma exclusiva a través del uso de plaguicidas sintéticos.
Lo anterior, según expresó el director regional de INIA Intihuasi, Claudio Salas, si bien reduce las especies plagas, “también ha provocado una grave simplificación de los agroecosistemas, con el consecuente impacto ambiental”.
“Hoy en día gran parte de superficie agrícola regional se caracteriza por tener ecosistemas productivos homogéneos y carentes de agentes de control biológico, tanto en el rubro frutícola y especialmente en el rubro hortícola, asociado a la mediana y pequeña agricultura, importante abastecedora de alimentos al mercado nacional, donde se ha detectado presencia de residuos de plaguicidas en la matriz vegetal, sobrepasando en muchos casos los límites máximos de residuos (LMR) estipulados en la normativa nacional, con el inminente riesgo de daño hacia los consumidores”, aseguró Salas, añadiendo que los problemas de plagas en la producción agrícola de la Región de Coquimbo, como el aumento mosquita blanca de los invernaderos y la adaptación de plagas foráneas como la chinche pintada, se han visto incrementadas, además, por el fenómeno de cambio climático.
Alternativas al uso de agroquímicos
El uso de plaguicidas “por calendario” afecta no solo a los agroecosistemas, sino que reduce la inocuidad de los alimentos. “En la actualidad, el mercado respecto al rubro alimentario ha sufrido transformaciones radicales llegando a un punto donde el consumidor se encuentra más informado y ha modificado completamente sus hábitos de consumo, exigiendo productos saludables, inocuos y que hayan sido producidos sin alteraciones negativas al ambiente, lamentablemente a nivel regional, los rubros aquí tratados, no poseen herramientas asociadas a reducción de uso de plaguicidas y de inocuidad en la producción, lo que está limitando el acceso a mercados formales”, indicó Salas.
Esto se da en parte por el “desconocimiento por parte de agricultores, técnicos, asesores y otros actores relevantes a los rubros frutícolas y hortícola de nuestra región, respecto a factores tan importantes como el correcto reconocimiento de las especies plagas, así como también de sus antagonistas, manejo de hábitat para favorecer el control biológico conservativo, generación e implementación de programas fitosanitarios de bajo impacto ambiental con utilización de estrategias no químicas, están llevando a nuestra agricultura regional a estar en desventaja y poco posicionada ante los nuevos escenarios”, añadió el director regional de INIA Intihuasi.
Como alternativa al uso de agroquímicos se pueden liberar enemigos naturales producidos en biofábricas, técnica que crece a tasas de dos dígitos en el mundo, como resultado de la búsqueda de sustituir o complementar los insecticidas químicos, con miras a obtener una producción diferenciadora, libre de residuos y amigable con el ambiente, sin embargo, en Chile, esta actividad es incipiente existiendo actualmente tan solo seis biofábricas, y ninguna en la Región de Coquimbo.
Por tal motivo es que INIA Intihuasi a través del financiamiento del Gobierno Regional de Coquimbo, está desarrollando el proyecto “Educando a futuros técnicos agrícolas para una agricultura sostenible en la Región de Coquimbo”, con el cual busca fortalecer el currículo educativo asociado al módulo de sanidad vegetal de diez liceos agrícolas de la Región de Coquimbo para desarrollar competencias y destrezas de los egresados.
“Se realizará el establecimiento de biofábricas pilotos de producción de insectos benéficos en tres liceos agrícolas regionales buscando con ello facilitar los procesos de enseñanza y dejar las capacidades instaladas en el territorio, con fin de contribuir al desarrollo sostenible de la actividad agrícola desarrollada por los pequeños agricultores de la región”, expresó Salas.
“De esta forma, se espera que los futuros técnicos agrícolas entreguen soluciones sostenibles a los agricultores a través de asesorías especializadas, o bien, se transformen en emprendedores mediante el establecimiento de sus propias PYMEs de insectos benéficos en el territorio. De esta manera, contribuirán a cambiar la forma de producir alimentos en la región de Coquimbo, en línea con la tendencia mundial de producir alimentos en forma más natural y libres de cualquier tipo de residuos de insecticidas”, agregó.
“Para avanzar en el desarrollo de una agricultura más verde, sustentable y no invasiva con su entorno natural, es clave partir desde la base, transfiriendo conocimientos a los estudiantes de los liceos técnico-agrícolas, quienes serán los encargados de dar vida a la agricultura del futuro. Es en esta línea que el trabajo que están realizando los profesionales de INIA, a través del proyecto “Educando a futuros técnicos agrícolas para una agricultura sostenible en la Región de Coquimbo” es tan relevante porque permite un control biológico de las poblaciones de insectos y plagas, con el uso de enemigos naturales, que además aseguran el crecimiento de alimentos inocuos, libres de insumos sintéticos que atentan contra la salud de la población”, detalló Tonya Romero Seremi (s) de Agricultura.
Acerca de INIA
El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) es la principal institución de investigación, desarrollo e innovación agroalimentaria de Chile. Vinculada al Ministerio de Agricultura, cuenta con presencia nacional y un equipo de trabajo de más de 1.000 personas altamente calificadas. Ejecuta al año un promedio de 400 proyectos en torno a 5 áreas estratégicas: Cambio Climático, Sustentabilidad, Alimentos del Futuro, Tecnologías Emergentes, y Extensión y Formación de Capacidades. Estas iniciativas contribuyen al desarrollo agroalimentario sostenible del país, creando valor y proponiendo soluciones innovadoras a los agricultores, socios estratégicos y la sociedad, generando una rentabilidad social que varía entre 15% y 25%, por cada peso invertido en cada uno de sus proyectos.
INIA, más de 55 años liderando el desarrollo agroalimentario sostenible de Chile.
www.inia.cl – Facebook: /INIAChile – Instagram: @iniachile – Twitter: @iniachile – YouTube: INIA – LinkedIn: /inia-chile