Iglesia en La Serena se encomienda ante Virgen de Andacollo y El Niño Dios de Sotaquí

El Arzobispo de La Serena, junto al Vicario General y al Vicario Pastoral, acudieron a los dos santuarios de la Arquidiócesis para elevar una plegaria a Dios, pidiendo su protección ante la pandemia que afecta al mundo.

Cincuenta días han transcurrido desde que fue informado el primer caso de Coronavirus en Chile y en la región de Coquimbo se cuentan actualmente un total de 70 personas contagiadas, de los cuáles 44 pertenecen a la Arquidiócesis de La Serena y 26 a la Prelatura de Illapel.

En este contexto, el Arzobispo René Rebolledo, acompañado del P. Cristian Montenegro y P. José Manuel Tapia, Vicario General y de Pastoral, respectivamente, se trasladaron hasta los santuarios “Nuestra Señora del Rosario” de Andacollo y “El Niño Dios” de Sotaquí, con el fin de pedir su protección ante la delicada situación actual.

“Anualmente miles de fieles peregrinan a Andacollo, tanto en la Fiesta Chica como en la Grande. Además, hay peregrinos que suben los domingos y también en días feriales. En efecto,  en estos días me he encontrado con hermanas y hermanos que anhelan volver pronto a este lugar. No pueden hacerlo por las circunstancias actuales, derivadas de las consecuencias del Covid-19. Es por eso que se me propuso la iniciativa que junto al Vicario General y al Vicario Pastoral, peregrináramos al lugar donde reside la Patrona de la Arquidiócesis, como también al santuario El Niño Dios de Sotaquí. El anhelo de las personas que han propuesto la iniciativa es que se ore delante de las sagradas imágenes por los enfermos y los que están sufriendo, sus familiares y amigos, que incluyéramos en la plegaria al personal sanitario que los atiende con gran generosidad y sacrificio. Especial oración por las hermanas y hermanos que han fallecido, que descansen en la paz del Señor”, enfatizó el Pastor.

De igual manera, el Arzobispo destacó que “en las peregrinaciones mencionadas, experimentamos siempre de nuevo el amor maternal de la Santísima Virgen. Su rostro sereno nos inspira en gran medida. ¡Ella nos está señalando con su mano a su Hijo Jesucristo nuestro Salvador! Pedimos su amor maternal y su poderosa intercesión ante su Hijo Jesucristo en estos días dolorosos para la humanidad, nuestro país y también  la región«.

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