• Muy activa en redes sociales esta docente es ejemplo de adaptarse no solamente a las clases online, sino que de forma positiva a los nuevos tiempos, usando la imaginación para crear un sinfín de manualidades cada día.
Al comienzo, el susto se fue apoderando de ella, tanto que pasó todo marzo encerrada en su casa, sin salir y comprando solo online. Así define la docente de inglés de nuestro liceo Gregorio Cordovez, Fabiola Lucay Álvarez (33) y profesora jefe del 8ºE, su primer tiempo en pandemia. Sin embargo, quiso darle un vuelco a su temor para no volverse “loca” y hoy en día se mantiene muy activa en redes sociales, donde ha publicado más de 50 de sus creaciones entre artesanías, pinturas y jardinería, porque como ella señala “la cuarentena lejos de entristecerme, me ha inspirado”.
Desde pequeña le han gustado las manualidades, tal vez inculcada por su papá mueblista, llevando en los genes su afición por el trabajo artesanal. Cuenta que cuando era estudiante hacía y vendía collares y runas en los veranos e incluso, se hizo cargo de un puesto en La Recova, no eran sus creaciones, pero allí comenzó a interesarse y aprender técnicas nuevas y que ahora, con el uso de la internet ha ido ampliando a cerámica en frío, decoupage, restauración, puntillismo y bordado ruso, entre otras.
“Quise vivir mi pandemia enfocándome en hacer cosas nuevas cada día, lo que venga, que fluya no más” y así ha logrado la tranquilidad que se necesita ante esta crisis sanitaria. El carpe diem de Fabiola es aprovechado al máximo pues “no quiero decir perdimos un año, sino que hice cosas que no podía realizar antes. No es un año perdido, es utilizar el tiempo de ocio a nuestro favor. Es conectarnos con nosotros mismos. Estamos en una situación que es así y yo no lo puedo evitar, por eso hay que hacer un vuelco positivo”.
Sus creaciones embellecen su hogar que tiene hace dos años y medio junto a su marido Edgardo y su pequeña Amanda, quienes también participan de sus trabajos.
Compatibiliza su tiempo siendo mamá, de profesora preparando sus clases virtuales y de artesana buscando qué crear o reutilizar a punta de su imaginación. Durante estos meses culminó un set de bordados en tela que hizo de los selknam y que también lo representó en cerámica en frío, macetas y bonsáis, acrílicos sobre telas, mandalas, tejidos con palillos o crochet, murales en su jardín e incluso un puf con un carrete de cables de alta tensión y que luego tapizó y pintó. La mayoría de estos objetos están en sus redes @lucayabbie donde pone en fotografías o videos del paso a paso de sus creaciones y que le ha significado que le consulten cómo los hizo o dónde ha comprado los materiales.
Tanto se ha entusiasmado que piensa que podría hacerse un canal de YouTube para transmitir su experiencia e incentivar a los demás a motivarse con la artesanía y así tener la mente ocupada en qué hacer, dejando atrás la tristeza o ansiedad que muchos dicen padecer en este tiempo de encierro ante la crisis sanitaria.