En Eucaristía celebrada el sábado 10 de agosto, el centenario templo ubicado en el centro de la ciudad ya se encuentra disponible para ser visitado por feligreses y turistas.
El 13 de agosto de 2018 se iniciaban las obras de reparaciones en la nave central y torre del tradicional templo ubicado en calle Cordovez, entre Matta y Pedro Pablo Muñoz, restauraciones que precisaban ser realizadas debido al paso del tiempo y los notorios daños sufridos por el terremoto del 16 de septiembre de 2015. A contar de esa fecha, estuvo prácticamente un año cerrado, ya que este 10 de agosto se realizó la Eucaristía en que la Orden de Frailes Predicadores, propietarios del templo, entregaron oficialmente su administración a la Arquidiócesis para continuar desarrollando la atención pastoral en el lugar.
El templo, construido en piedra caliza entre los siglos XVII y XVIII, constituye una de las principales expresiones de la arquitectura religiosa colonial de la ciudad. Su primera construcción data del año 1615. Más tarde, en 1775, debió ser reconstruida gracias al fraile Domingo Meneses, pues el pirata Edward Davis la destruyó en uno de sus ataques a la zona.
“Para la congregación es una gran alegría conservar todo lo que es el patrimonio. Este templo posee una rica historia de fe y es un verdadero hito para tantos frailes y hombres que han pasado por aquí. Restaurarlo significa una profunda gratitud hacia todos ellos, quienes trabajaron incansablemente y nos han dejado un hermoso legado. Cuidar el patrimonio y seguir ofreciéndolo a los demás es un acto de esperanza hacia el futuro”, manifestó el R.P. Juan José Baldini, Vicario Provincial de los Dominicos.
Por su parte, la Administradora de Bienes del Arzobispado, Cecilia Marín, detalló sobre los arreglos efectuados en el centenario templo. “Las piedras con que está edificado sufrió muchos daños por los últimos terremotos. Por ello, los trabajos se centraron en repararlas con un adhesivo especial, de manera de sellarlas ante eventuales movimientos telúricos. Además, se retiró un atrio ubicado en la nave central que estaba colapsado con peligro de caída, así como también se trabajó en la cúpula, reforzándola y colocándole una malla para prevenir el daño provocado por las palomas”, explicó.